Cinco
anillos entrelazados, tres arriba y dos abajo, con los colores azul, negro,
rojo, amarillo y verde respectivamente, sobre fondo blanco, conforman el
emblema oficial de los juegos olímpicos modernos bajo el mandato y tutela del
Comité Olímpico Internacional (COI). Dichos colores están presentes en las
banderas de todas las naciones y representa la unión de los 5 continentes en un
evento llamado a la unión y la paz.
Los
anillos, creados por el barón Pierre de Coubertin (pedagogo e historiador
francés nacido en 1 de enero de 1863 en París y fallecido el 2 de septiembre de
1937 en Genève, fundador de los juegos olímpicos), provienen del emblema de la
«Unión Francesa de Sociedades de Deportes Atléticos» cuyos dos anillos
entrelazados con los colores azul y rojo sobre fondo blanco adoptaba los colores
de la bandera francesa.
En
la última sesión del “Congreso
Internacional de Educación Física que se celebró en la Sorbona de París, el
26 de junio de 1894, se decide instituir los Juegos Olímpicos”. Pero el símbolo
de los juegos aparecerá algunos años después, durante la presidencia de Coubertin
en el COI entre 1896-1925.
La
primera olimpiada se celebró el 24 de marzo de 1896 en Grecia, donde el Duque
de Esparta, luego de su discurso, descubre la estatua del mecenas Jorge Averof
y el rey Jorge de Grecia pronuncia por primera vez las palabras rituales:
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Anillos olímpicos en Tower Bridge de Londres |
“Declaro
abierto los Primeros Juegos Olímpicos Internacionales de Atenas.”
Desde
el punto de vista de autores como Jung: “el círculo representa la continuidad y
también el ser humano”. Si internalizamos el significado de dicha simbología al
momento histórico en que Coubertin ideó dicho símbolo, encontramos un mundo
amenazado por las guerras y divisiones, que emergerían concretamente en la I
Guerra Mundial. Él autor, preocupado por ello, en un esfuerzo por aportar su
mejor acción a fin de evitar lo que todos ya conocemos, impulsó desde el COI su
mensaje de paz. Sin embargo, la continuidad y la lucha por hacer del deporte
una actividad que una a los pueblos y les lleve la paz, ha permitido que la
tradición olímpica continúe hasta nuestros días.
Recordemos
el lema: “lo esencial en la vida no es vencer, sino luchar bien”
¡Hasta la próxima semana!
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