Ante
la eventual aparición de nuevos fenómenos sociales en cuanto a la comunicación
en torno a la tecnología y el uso social que hacemos con ella en internet, cabe
la posibilidad de preguntarnos ¿qué sigue ahora?
Las
actividades humanas y su sentido social seguirán siendo los mismos pero la
forma en que las ejecutamos, su práctica, irá cambiando con el tiempo, con los
avances o retrocesos tecnológicos de toda índole que experimentemos como
conglomerado social.
Desde
que los primeros seres humanos en las cavernas crearon sus primeras
herramientas para subsistir y transmitieron su técnica a otras generaciones
-pasando por los asombrosos vestigios de complejas culturas ancestrales cuya
tecnología aún nos asombra en tiempos de «smart phones» y cohetes espaciales,
el ser humano ha estado rodeado de tecnología para hacer más fácil y placentera
su existencia.
Cada
día surgen cientos de nuevas alternativas y posibilidades que pueden -en un
momento dado, cambiar significativamente la forma de llevar nuestro día a día.
Sin embargo sólo pocas de ellas se abren paso entre las grandes masas y sociedades,
para convertirse en fenómenos. ¿Por qué sucede esto? ¿qué sigue después del
fenómeno de las redes sociales? Cuando nuestras velocidades de conexión a
internet sean 4 ó 5 veces mayores a las actuales ¿seguiremos usando nuestros
teléfonos inteligentes y sus redes sociales como las usamos hoy en día? Por
supuesto que no. Sin embargo ello no implica la desaparición de dichas redes,
sino mas bien una reingeniería de las mismas. Un cambio tecnológico
significativo supone otros cambios y nuevos fenómenos frente a las nuevas
necesidades que ello genera. Ahora bien ¿cuáles?
Las
grandes interrogantes sólo son posibles de responder siempre y cuando estemos
atentos y dispuestos a aceptar y adoptar esos cambios. Ello determinará sí
estamos o no listos, determinado
principalmente por la pauta que vaya dictando la humanidad en la manera como
sus diferentes culturas socialicen e interactuen entre sí.
Pero
nada es infinito y perenne en cuanto a nuestra existencia. Por ello debemos
estar atentos y preparados ante el surgimiento de nuevas formas de comunicación
y herramientas que nos permitan vivir nuestras vidas con mayor placer,
tranquilidad y provecho. Todos los días ante nuestra estupefacta y aturdida
atención, desfilan los cambios que sólo podremos apreciar y disfrutar muchos
años después. Somos en todo caso, testigos de lo que nos trae el futuro, hoy.
Hasta
la próxima semana.
Por: Irving Vierma
Community Manager
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